Mezclar en un bol la harina y la sal.
Hacer un hueco en el centro y agregar la masa madre
Batir unos segundo los huevos. Entibiar la ½ taza de líquido (leche, jugo de naranja, etc.) y mezclar ambas preparaciones junto con el extracto de vainilla, agua de azahar, azúcar y ralladura de cítrico.
Adicionar esta mezcla líquida a la harina y masa madre. Amasar unos segundos.
Tapar el bol con una bolsa (o papel de film o papel encerado) y dejarlo reposar 10 minutos.*
Volver a amasar 10 segundos y dejarlo tapado otros 10 minutos.
Agregar a la masa la manteca punto pomada, cortada en trocitos.
Amasar 10 segundos y dejarlo tapado otros 10 minutos.
Volver a amasar 10 segundos y dejarlo tapado otros 10 minutos.
A esta altura, la masa debería estar más elástica. Si no fuera así, podemos repetir la serie de amasado/reposo una o dos veces más.
Luego tapar el recipiente y dejar fermentar la masa de 5 a 7 hs aprox. El bollo duplicará aproximadamente su tamaño.
Pasada la fermentación, colocar la masa sobre una mesada, ligeramente aceitada. Presionarla suavemente para desgasificarla y hacerle un agujero en el centro (y/o la colocarla dentro de un molde “savarín”), de forma de ir dándole forma de rosca.
Colocar la rosca sobre la fuente o asadera (enmantecada y enharinada) en la que se va a cocinar.
Pintar la rosca con huevo batido y la dejarla reposar de 40 a 80 minutos (dependiendo de la temperatura ambiente).
Precalentar el horno y justo antes de cocinarla, volver a pintarla con huevo batido.
Llevar al horno, a temperatura de 180-200 °C y cocinar durante 30 minutos aprox.
Si vamos a decorarla con crema pastelera por encima, 3 minutos antes de retirar la rosca del horno, colocale la crema pastelera y terminar la cocción.