Remojar los tomates secos, unas 3 hs. si es con agua fría o ½ hora si es con agua caliente.
Moler las semillas de chía en seco.
Colocar todos los ingredientes, a excepción de la chía, en la licuadora y licuar unos segundos hasta lograr una textura homogénea. Ir agregando agua, en la medida de ser necesario, hasta completar 1,250 lt. de licuado.
Colocar la preparación en un bowl.
Agregar las semillas de chía molidas lentamente, revolviendo para que no se formen grumos.
Dividir la preparación en tres, volcando cada parte sobre una bandeja con placa de teflex.
Esparcir la pasta con una espátula, dejándola de 0,3 cms. aprox. de espesor.
Deshidratar 3 hs. a 60 °C.
Bajar la temperatura a 40 - 45° C y continuar la deshidratación.
A las 8 a 10 hs. de deshidratado, una vez que la parte superior de la masa esté seca, invertirla y sacar la placa de teflex.
Continuar deshidratando unas 12 – 16 hs más o hasta que la masa esté crocante.
Retirar del deshidratador y dejar enfriar unos 15 a 20 minutos (el tiempo no debe extenderse mucho más, porque las galletas se humedecen).
Guardar en envase hermético, al reparo de la luz y fuentes de calor.